INCENDIOS FORESTALES

Un incendio en Alicante calcina 2.200 hectáreas y obliga a desalojar a 1.000 personas

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Rodrigo Villar

Un incendio en el Vall d’Ebo, Alicante, ha afectado ya a cerca de 2.200 hectáreas de terreno según ha informado el Consorcio Provincial de Bomberos. El fuego que se inició a las 21,30 horas del sábado aún no está ni estabilizado ni perimetrado. La virulencia de las llamadas que parecen avanzar sin freno obligará a que más de un millar de personas tengan que abandonar sus hogares. A las evacuaciones en las pedanías de Benialí y Benirrama de la Vall de la Gallinera y las realizadas en diferentes casas de Pego se suman las de la Vall d’Alcalà.

El fuego se desató a última hora de la tarde de ayer después de que un rayo de una tormenta seca cayera en el municipio alicantino. Durante la mañana de este domingo se han ido incorporando hasta 13 medios aéreos que se suman a los efectivos terrestres, entre los que hay seis unidades de bomberos forestales de la Generalitat valenciana, una veintena de dotaciones de bomberos del Consorcio y miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Además, se cuenta con una poderosa fuerza aérea para combatir el incendio. Concretamente, con helicópteros Alpha 0 de coordinación más Alpha 2 y 3 y Aviones FOCA 1 y 2.  También se están utilizando varias aeronaves A 50 y 55 y C-50 y 52 más un Victor 1.

El secretario autonómico de Seguridad y Emergencia, José María Ángel, ha señalado que los medios aéreos y terrestres concentran sus esfuerzos en impedir que el fuego avance hacia la Vall de la Gallinera. Aunque la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha dicho que están pendientes «del parte meteorológico para adoptar las decisiones oportunas para proteger a las personas» y ha añadido que en función de este parte meteorológico «se decidirá si se desalojan zonas con muchos chalets» que se encuentran en el municipio de Pego.

Según José María Ángel, el fuerte viento que soplaba anoche en la zona, de más de 50 kilómetros por hora, las altas temperaturas y la dificultad orográfica, al ser un lugar lleno de barrancos y desniveles, impidió que los medios terrestres pudieran frenar el inicio del fuego.

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